La tecnología ha cambiado la forma en que trabajamos, compramos e incluso interactuamos. Este cambio de hábitos va acompañado de un cambio de modelo de negocio. Hablamos del nuevo ciclo económico, como sector estratégico, y la automoción no es ajena a este proceso de transformación.
Sin ir más lejos, la transformación digital en la automoción no es más que lo que ya han vivido otros pilares económicos como la banca. Términos como reorganización de la red son parte de la transición a un entorno digital, porque la digitalización cambiará a los intermediarios. Es hora de asumir que la distribución tal y como la conocíamos hasta ahora ha terminado su ciclo.
Si examinamos la transformación digital en la automoción detalladamente, podemos observar cómo la tecnología está modificando la manera en que usamos, compramos y vendemos los automóviles. En solo diez años, el 67% de las matriculaciones de vehículos se destinarán a servicios móviles. Por un lado, muestra la expansión de nuevos modelos de negocio basados en el pago por uso y vehículos compartidos; y, por otro lado, la necesidad de transformación del proceso de aproximación al consumidor digital, distinguido además por su desafección a la propiedad.

En solo diez años, el 67% de las matriculaciones de vehículos se destinarán a servicios móviles
La digitalización favorece la tasa de utilización de los vehículos
Por lo tanto, en un paradigma cada vez más fundamentado en la movilidad y menos en el producto, comenzaremos a ver una disminución en el número de automóviles. Este hecho favorece el número de la tasa de utilización de los vehículos. En este sentido, los fabricantes tienden a vender directamente en línea y los distribuidores están listos para convertirse en un puente para asociar a los ciudadanos a obtener servicios relacionados con el automóvil.
Dicho de otra manera, se trata de dar un paso más en la evolución de la venta de coches a servicios relacionados con la movilidad segura, sostenible, interconectada y colaborativa, con la gestión de datos como principal activo para ofrecer a los conductores, activos adaptados íntegramente a este nuevo perfil. Además, es importante darse cuenta de que la transformación digital no se trata de subir una oferta a un sitio web, sino de cambiar todos los procesos para usar el mismo código que un consumidor digital.