El día a día en la carretera es cada vez más duro y desafiante. A plazos de entrega más cortos, se unen restricciones con el medioambiente y la sostenibilidad, y unas expectativas de los clientes más altas que nunca.
Por ello, es primordial que los gestores de flotas, propietarios y conductores de camiones estén en sintonía, ya que solo así podrán entender cuáles son los aspectos que les están frenando, y cuáles son los beneficios de optimizar la salud de sus vehículos. Durante el último año hemos visto que una cadena de suministro fuerte es esencial para la solidez de nuestras economías. Cualquier alteración puede tener repercusiones catastróficas para todos nosotros. Pero, ¿cómo pueden conseguir tener una visión completa del estado de sus flotas? Al fin y al cabo, la salud de la flota de camiones da beneficios.
A la hora de analizar el estado de las flotas, puede haber un sinfín de aspectos a los que prestar atención y problemas que diagnosticar, por lo que contar con la ayuda de un experto puede facilitar la tarea y aumentar la precisión de las evaluaciones. Con esta ayuda, los gestores podrán:
- Realizar un estudio de la flota, para comprender los objetivos de la empresa y evaluar hasta qué punto su flota actual puede cumplirlos.
- Descubrir qué lubricantes necesita cada parte del sistema, con el fin de maximizar el rendimiento.
- Analizar el aceite usado, para conocer a fondo la salud integral del sistema, reducir los costes de mantenimiento y maximizar el tiempo de actividad.
En la actualidad, los gestores de flotas disponen de herramientas analíticas y técnicas muy potentes, que les permiten mejorar la salud de los vehículos. Un ejemplo de ello son las calculadoras de valor, que muestran cómo las flotas pueden reducir significativamente los costes operativos y mejorar la eficiencia. Por otra parte, los sistemas de telemetría a nivel de depósito ofrecen una visibilidad remota de los niveles de lubricante y combustible en el stock. E incluso rellenarlos automáticamente.
CÓMO ELEVAR EL RENDIMIENTO DE LA FLOTA EN SU MÁXIMO POTENCIAL
Una vez que se ha establecido lo necesario para mejorar la salud de la flota, es hora de que los gestores pasen a la acción. Es imprescindible definir los objetivos, para optimizar el rendimiento sin que se produzcan pérdidas. Un proceso mucho más sencillo, si se tienen en cuenta los siguientes consejos:
1.Llevar el rendimiento del vehículo al siguiente nivel, para mantenerlo más fuerte durante más tiempo. Para ello, es primordial mitigar las temperaturas elevadas del cárter y del turbocompresor, así como las temperaturas más altas del aire, que pueden provocar una oxidación más rápida. Al resistir la oxidación y el desgaste mediante una lubricación de alta calidad que mantiene su viscosidad, estas tecnologías de fluidos pueden inhibir la producción de depósitos dañinos que pueden perjudicar el rendimiento.

2.Cumplir con las normativas de emisiones. Ante el imparable avance del cambio climático, las regulaciones son cada vez más estrictas. Por ejemplo, la norma Euro VI 2013 exige una reducción de los óxidos de nitrógeno del 95% desde 1992. Como los objetivos de emisiones evolucionan continuamente, los gestores de flotas deben poder confiar en tecnologías específicamente diseñadas para la sostenibilidad y la reducción de emisiones a largo plazo. Para satisfacer este requisito, el aceite con una película de fluido fuerte pero fina puede ampliar los intervalos de cambio de aceite, limitando así la cantidad reparaciones en los talleres, lo que se traduce en una reducción de las emisiones.
3.Superar los retos que suponen la continua evolución de las normativas, centrándose en cuestiones específicas como el SAPS (cenizas sulfatadas, fósforo y azufre) y el consumo de combustible. Tener a su alcance tecnologías que mantengan el ahorro de combustible, contribuyan a mejorar la resistencia general del motor y mantengan el rendimiento es lo que necesitan los gestores de flotas para cumplir con este alto nivel de rendimiento de los vehículos.
INVERTIR EN SÍ MISMO: FORMACIÓN, EDUCACIÓN…
Una de las mejores inversiones que cualquier propietario o gestor de flota puede hacer en la salud de sus vehículos es invertir en sí mismo; en educación, formación y habilidades. Adquirir esta experiencia puede ayudar a desarrollar la mentalidad de diagnóstico, para fomentar una flota resistente a largo plazo, y se traduce en una alta calidad del servicio y beneficios.
Existen muchas herramientas para ayudar a maximizar la comprensión, tanto online como de forma presencial. Las herramientas electrónicas, fichas técnicas, academias de formación y centros online son elementos que ayudan a enriquecer los conocimientos y a mejorar la visión empresarial, para poder estar al tanto de lo que es posible con una flota totalmente sana, resistente y sostenible.
En última instancia, la clave para mejorar el rendimiento de los vehículos radica en la confianza, en la capacidad de anticiparse a los problemas, saber dónde buscar ayuda y confiar en las tecnologías que pueden proteger los motores de los vehículos que mantienen nuestras cadenas de suministro en movimiento. Es un reto, pero la seguridad de una flota con resistencia a largo plazo es lo que anima a los conductores y a los gestores de flotas a llegar hasta el final.
Publicación en colaboración con Petronas Lubricants International



